Hoy es diferente. Hoy no quiero seguir pensando en vos.
Hoy no quiero pensar en tus besos, tu lengua, tus manos, tus abrazos.
Hoy sólo quisiera que no existieras. Pero que no exisitieras en mi realidad. Que nuestros caminos no se huiberan cruzado.
Tal vez así, no pensaría tanto en vos.
Hoy no quiero seguir pensando en vos.
Pero estoy escribiendo y tu cara está en mi mente. Y en un par de horas mi mente dibujará las mejores historias de vos y de mi.
Pero hoy no quiero seguir pensando en vos.
Tal vez repitiendomelo una y otra vez logre no pensar en vos.