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Hay momentos que parecen propicios
para desempolvar los recuerdos del arcón
y convertirlos en acciones.
Para volver a sentir eso que una vez fue algo.
Para que sus cuerpos se encuentren luego de jugar a la escondida.
Para que de los ojos caiga la venda invisible.
Hay momentos en los que las energías se buscan,
otra vez;
inconscientes las mentes.
Para probar que esta vez puede ser y va a ser mejor.
Para que la experiencia que cada lado sumó se potencie.
Para lograr más placer, más pasión, más acción, más interacción.
Hay momentos, como éste, que una reincidencia
parece propicia, en busca de algo
distinto y mejor.
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